sábado, 9 de julio de 2011

EL FARO



Había un triste y solitario faro en medio del mar que iluminaba mi vieja casa de madera.
Un fuerte deseo surgía dentro de mí, en embarcarme hasta él.
Pero el miedo me inundaba otro día más.
El salpicado faro, solo, en medio de la mar
¿Entiendes que siento ahora que no estas?
Todas las noches se ilumina sin importarle el tiempo.
Desde la quebrada ventana entran y salen peces de acero
Al llegar la oscura noche su ojo me mira.
Sentado en la fría arena, veo las olas romper contra él
No llegan las aguas placidas de la noche.
Me abrigo estrechando un té entre mis manos
Mientras espero verte llegar.

Liñán

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