lunes, 20 de febrero de 2012
OMAIRA
Hasta no hace tanto tiempo, solo recordaba a una niña bajo la turbia agua. Yo registraba tan solo, nueve años de edad y poco entendía que otro niño como Yo, se encontrara en aquella situación. Quizás fue ese, el motivo por el que verla en la televisión atrapada entre las aguas, me llamó tanto la atención. Es posible que no llegue averiguarlo nunca, pero si esta claro que ha día de hoy sigo sin aceptar aquel desastre. Omaira. Esa imagen me ha perseguido durante el resto de mi vida, hasta que de adulto y por circunstancias de la vida supe la verdadera historia de aquella niña, que dio la vuelta al mundo.
Este es, el enigma del cerebro. Incapaz de recordar el instante anterior y en cambio, surgen recuerdos de la infancia que por alguna cosa u otra se inyectan en un momento dado a través de tus ojos, para no abandonarte nunca más.
Mi compañero de trabajo, es de origen colombiano, y fue él, quién un día cualquiera me hizo recordar aquel momento nuevamente.
Hasta estonces desconocía el lugar del desastre y mucho menos que fuera un volcán el causante de todo aquello, pero la imagen, el color del agua, el rostro helado de una niña atrapada y el dolor, siguen en mi corazón desde aquel día.
La niña se llamaba Omaira, y tras el desastre natural, quedó atrapada entre amasijos de madera bajos las aguas turbias de un río que se desbordó tras la erupción.
De una manera u otra, la pobre Omaira quedaría atrapada mientras las aguas poco a poco la irían invadiendo, indefensa por su temprana edad. Aparte de recordar aquella gélida imagen, mis pensamientos siguen siendo los mismos desde aquel día hasta hoy. ¿Porque nadie se sumergía bajo las aguas para intentar sacarla de allí? ¡Tiene que haber alguna manera! Sobre su cabeza, descansaba una viga de madera, en la que sostenía sus brazos, mientras la cámara grababa sus últimas palabras, hacia su mama y papa. La pobre niña, ya se despedía de ellos, pues aun tan pequeña ya sabía que no los volvería a ver. Ella solo quería salir del agua para irse a la escuela, pues tenía muchos deberes. Fueron palabras invadidas por la ganas de vivir en algunos momentos. En otros, de buen seguro que no. No entiendo como el cámara tuvo el valor de registrar a una niña encallada entre la vida y la muerte, y mucho menos aquellas palabras. El rostro de Omaira se encontraba pálido y frío con el agua frotándole los labios. ¿Por qué a una niña de trece años? ¿Porque golpea a veces la vida de esa manera? ¿Donde esta ese Dios que tanto vale?
Tengo hijos y sentimientos como cualquier persona, y no soy, lo que se entiende aquí como un Dios, pero no dudaría ni un segundo en intentar salvar la vida de Omaira. Ahora de mayor, puedo entender que quizás salvarla era imposible, que Omaira no tenía posibilidades para la vida, pero aún así, sería incapaz de sostener tal cámara de televisión ni un solo segundo más. No podría. Nada en este mundo justifica aquel sufrimiento. Aparte de ella, veinticinco mil personas más perecieron ante la erupción. Todavía a día de hoy sigo preguntándome como no pudo salir de allí, como nadie se movía a su alrededor, como las imágenes que dieron la vuelta al mundo, no dieron para más. Fueron sesenta horas de agonía gratuitas para la vida. Sesenta horas hacia el adiós. ¿Alguien sabe lo que son sesenta horas? En ellas corría el día y la noche. Se comprendía la vida y la muerte. Es a día de hoy, y no creo que ni Yo mientras escribo estas palabras ni nadie con un poco amor por la vida pueda reprimir una sola lágrima ante aquella desafortunada catástrofe.
Jesús Liñán
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
yo pienso igual en verdad es la primera vez que escucho sobre esta tragedia tengo 17 años ....y me produce una tristeza terrible tampoco entiendox k la dejaron sufrir de esa manera no tiene logica porque no la ayudaron.....esto es una prueba de la ideferencia de la crueldad del hombre ...es que nos hemos vueltos seres sin corazon omaira dond estes kisieraaa abrazarteeee y decirte que tu ganas de vivir tu espiritu de esperanza me enseña a mi edad las cosas que debo de valorar y no me deje derrotar por cosas pequeñassss...tu tenias ilusionessss sueñosss y en tus ultimos momentossss no t dejaste vencer ante la adversidad seras mi ejemplo para vivir i love omairaaaa!!!
ResponderEliminar